martes, 25 de noviembre de 2014

Música Afroamericana



Música Afroamericana: Su valor y legado cultural

por O. G. P.

Hay algo en este universo que justifica a  Longfellow al decir que "la música es el lenguaje universal de la humanidad", y como todo lenguaje, ésta es un don maravilloso que permite al ser humano expresar miles de millones de mensajes con significados variados, para propósitos distintos, para públicos diversos.

De todas las bellas artes, quizá no haya ninguna otra que sea más fácilmente difundida, más preferida por la gente, y más recurrente en la vida, que la música. Esta expresión cultural, que puede ser tanto colectiva como individual, ha estado presente en cada pueblo, en cada tribu, y en cada grupo humano, con sus creencias distintas. Sin embargo, un pueblo que nos ha deleitado con uno de los mayores legados culturales, musicalmente hablando, es sin duda el de los negros asentados en Estados Unidos.

Aunque sería totalmente presuntuoso querer abarcar la expresión musical del pueblo afroamericano en unas cuantas hojas, sin dejar de lado algunos detalles existentes sobre su historia, el presente ensayo tratará de abarcar a grandes rasgos un poco sobre el génesis, el valor y el significado cultural de algunos de los estilos más importantes de la música afroamericana (black music) y el legado de algunos de sus exponentes más prominentes.

Preámbulo de análisis
La música tiene muchísimas cualidades específicas como lo son la voz, el ritmo, el tono, el timbre, la duración, la intensidad, el acompañamiento, etc. Sin embargo, a mi parecer, hay dos aspectos fundamentales que pueden servirnos mejor como base para poder emprender un análisis sociocultural de la misma, y así poder entender su sentido y su razón de ser. Uno de ellos es el elemento emocional, que tiene que ver con la transmisión del significado afectivo o la conmoción sensitiva que evoca en aquel que la produce o la escucha. El otro de ellos es el elemento lírico, en el cual el estado anímico de las personas se sintetiza en la lengua en cuestión, con palabras que naturalmente buscan transmitir un mensaje más concreto, comunicar pensamientos más definidos,  y afecciones más específicas. Esta dicotomía de alguna manera puede facilitarnos el estudio de la música en el campo histórico y se tratará de tomar en cuenta a lo largo de este ensayo al momento de abordar las características e implicaciones socioculturales relacionadas al arte en cuestión.

1. Espirituales negros: sonidos de paciencia

La música es el lenguaje del espíritu”~ Khalil Gibran

Cronológicamente hablando, los orígenes de la música afroamericana se ubican en los más de dos siglos en que los una gran cantidad de negros fueron mantenidos como esclavos en diversas zonas del territorio que hoy conforma los Estados Unidos. Específicamente, en el escenario de las plantaciones en los estados sureños, los negros eran obligados a trabajar en campos de algodón, tabaco, etc., y su labor constituía la mayor fuerza laboral.1

Bajo ese yugo, el estado anímico de aquellos trabajadores comenzó a hacer un notable acto de presencia en lo que hoy día se conoce como los “espirituales negros” (negro spirituals), que eran cantos religiosos compuestos por ellos mismos y cantados en el lugar del trabajo sin ninguna otra clase de acompañamiento musical. La coerción no les privaba a los negros la posibilidad de llevarse a las plantaciones ese ligero instrumento musical de la voz, la cual era usada tanto para sacar su frustración, como para tratar de aligerar y suavizar un poco la dura carga de trabajo y soñar con el día de su liberación, como lo muestra el espiritual “Oh Freedom!”:

¡Oh libertad! ¡Oh libertad! ¡Oh libertad sobre mí!
Y antes de que vaya a ser esclavo, seré enterrado en la tumba
Y volveré a casa a mi Señor y seré libre.
No más quejidos
No más llanto
Habrá canto
Habrá gritos
Habrá oración
Y antes de que vaya a ser esclavo, seré enterrado en la tumba
Y volveré a casa a mi Señor y seré libre.”
2

Naturalmente había distintos tipos de composiciones. Desde aquellas que contenían dentro de sí un cierto toque de melancolía y dolor, tales como “Nobody Knows the Trouble I’ve Seen”:
“Oh, nadie sabe los problemas que he visto
Nadie lo sabe, excepto Jesús
Nadie sabe los problemas que he visto
¡Gloria Aleluya!
A veces estoy feliz, a veces estoy triste; Oh, sí, Señor.
A veces estoy casi hasta en el suelo, Oh, sí, señor.
Aunque me veas caminar a lo largo, Oh, sí, Señor.
Tengo mis pruebas aquí abajo Oh, sí, señor.”
3

[Acá una interpretación de este espiritual por Louis Armsntrong, quien le agrega un poco de alegría]:

….hasta aquellas que mostraban más anhelos de libertad, una aspiración a un futuro mejor, y un perseverante deseo de aferrarse a la vida, como lo es el famoso espiritual “Gospel plow,” que más tarde resonaría en el Movimiento por los Derechos Civiles baje el nombre de “Keep your eyes on the prize”:

“María usó tres eslabones de la cadena
Cada eslabón era el nombre de Jesús
Mantén tu mano en el arado, aguanta
Aguanta, aguanta
Mantén tu mano en el arado, aguanta”
4

[Este espiritual fue revivido como un himno clásico en el Movimiento de los Derechos Civiles]:

El hecho de que muchos de estos cánticos, expresaran las penas, los dolores del presente, y al mismo tiempo,  voluntades dispuestas a alcanzar consolación en un mejor estado espiritual eventual, era señalado en el comentario de un libro de 1867:

“Casi todas sus canciones eran completamente religiosas en su tono, sin importar cuan pintorescas en su expresión, y se encontraban en un tono menor, tanto en cuanto a palabras como a melodía. La actitud es siempre la misma... nada más que paciencia para esta vida, nada más que triunfo para la venidera. A veces predomina el presente, a veces el futuro; pero la combinación siempre está implícita.” 5

Los negros norteamericanos, a diferencia de los sudamericanos, asimilaron la religión protestante que heredaron de las trece colonias. De acuerdo a West & Glaude, pocas cosas se conocen sobre las creencias religiosas de los esclavos durante el siglo XVII y principios del XVIII, pero a pesar de que “los procesos y la velocidad con la cual los esclavos se convirtieron al cristianismo siguen sin estar claros,”6 al menos se sabe que a muchos negros se les llevaba a las iglesias y se les exponía a mensajes de predicadores que les permitieron familiarizarse con la Biblia y con sus relatos.

Con esto en mente, no sorprende que las primeras expresiones musicales que se conocen sobre el pueblo afroamericano tengan una alta carga de religiosidad que es constantemente reminiscente a temas bíblicos7 en los que los afroamericanos parecían identificarse con los sentimientos que el pueblo judío de Israel tuvo en la esclavitud en Egipto, y con sus tribulaciones a lo largo del camino para llegar a la tierra prometida. Esto se puede apreciar en los espirituales “Joshua fit de battle ob Jericho”(Josué peleó la batalla de Jericó), “Wade in the water” (Caminen por el agua), y “Go Down Moses” (Desciende Moisés), en el último de los cuales recitaban:

"Cuando Israel estaba en la tierra de Egipto: Deja ir a mi pueblo
Oprimidos tan duro que no podía estar de pie: Deja ir a mi pueblo
Desciende, Moisés, camino abajo hacia la tierra de Egipto
Dile al viejo faraón que deje ir a mi pueblo.
"Así habló el Señor," el valiente Moisés dijo: "Deja ir a mi pueblo."
Si no, voy a herir a tus primogénitos, "Deja ir a mi pueblo."


[Otra vez, Louis Armstrong realizó una extraordinaria versión de este espiritual]:

Asimismo, estas canciones de trabajo, tenían una característica peculiar conocida como call-and-response,  es decir, una sucesión de frases en la que alguien exclamaba, y alguien más respondía la melodía, lo cual es un elemento característico y presente también en la música africana de sus antepasados.

Respecto a los detalles del sonido, en su autobiografía, el abolicionista afroamericano Frederick Douglass, quien había nacido en la esclavitud y escuchado él mismo los originales espirituales, escribió del sonido de estos cantos habían elementos de tristeza y algo de protesta en la que el pueblo se rehusaba a conformarse:

“Eran tonos, fuertes, largos y profundos, respirando la oración y la denuncia de las almas hirviendo sobre la más amarga angustia. Cada tono era un testimonio contra la esclavitud, y una oración a Dios por la liberación de las cadenas.” 9

Muchos de los espirituales fueron pasados por tradición oral, de tal forma que se desconoce la autoría de una gran cantidad de estas obras, que han pasado a ser adueñados en gran medida por la mismísima tradición popular. Sin embargo, entre las agrupaciones que ofrecieron grandes repertorios de espirituales negros, pueden mencionarse los Fisk Jubilee Singers, que era un grupo afroamericano que cantaba a capella a lo largo de la ruta del tren subterráneo Underground Railroad.


2. La música góspel: sonidos de esperanza
En medio de un pueblo afroamericano que fue muy exitosamente evangelizado, a principios del siglo XX, los negros cristianos contaban con una buena variedad de iglesias y ya habían comenzado a impulsar ellos mismos la evangelización hacia otros miembros de su comunidad. Los afroamericanos ahora ya no solo compartían un gran lugar de origen, una raza, una historia, y una herencia cultural comunes, sino también una arraigada identidad religiosa que se expresó en términos de una floreciente “iglesia negra” (black church), que contaba con denominaciones metodistas, episcopales, bautistas, etc. 10

Dicha iglesia, como cuerpo, al haber adquirido la Emancipación y al haber adoptado el cristianismo como credo de fe comunal, fue fusionando su forma de alabanza con rudimentos musicales de la herencia africana,11 de tal manera que nace la música góspel, o, literalmente, música ‘del evangelio’. Ésta se engendra como tal en las iglesias cristianas afroamericanas y añade las inconfundibles particularidades de los coros rítmicos, grandes voces,  los gritos gozosos, el uso de las manos y aplausos rítmicos, que en conjunto se unieron con la intención de conformar una forma de adoración a Dios.

Comienza entonces un periodo de composición musical extraordinaria en el cual, a la vez, el magnífico genio musical del negro pudo tomar algunas de las letras clásicas de las canciones tradiciones de los espirituales negros, y añadirles un ánimo muchísimo más alegre, con la intensa manifestación lírica de esperanza de una comunidad conjunta que celebra el mensaje cristiano.

Una de las máximas exponentes de la primera etapa de transición entre espirituales negros y la música góspel fue Mahalia Jackson, activista y amiga de Martin Luther King Jr, y cantante que por su prodigiosa voz y su canto excepcional, llegó a ser considerada la “Reina de la música góspel.” 

[Acá un fragmento que muestra su aparición en la histórica marcha sobre Washington por los Trabajos y la Libertad]:



En su visión, ella caracterizaba así la identidad y el motivo propio del género:

“Los ritmos de la música góspel no son de origen africano, aunque sé que eso es lo que dicen los expertos de jazz... Yo espero acercar a la gente a Dios a través de mis canciones... ¿Cómo puedes cantar de la gracia maravillosa, como puedes cantar devotamente sobre el cielo y la tierra y todas las maravillas de Dios sin usar tus manos? Mis mandos, mis pies, lanzo todo mi cuerpo para decir lo que está dentro de mí. La mente y la voz por sí mismas no son suficientes.” 12

Como recordando la dicotomía de los espirituales negros, la música de Mahalia no necesariamente era siempre ere alegre, y a veces llegaba a ser bastante melosa, lenta y melancólica, como lo muestra la siguiente canción "Problemas en el mundo":


Sin embargo, en general, el gospel posterior pasó a ser más jubilosa, más rápida y más como una expresión colectiva y comunitaria en las celebraciones religiosas. Se frecuenta mucho la improvisación vocal siguiendo el ritmo de las melodías, Un ejemplo clásico es Oh Happy Day, arreglo de un antiguo himno que causó revuelo a cargo de los  Edwin Hawkins Singers. 


Posteriormente a la muerte de Jackson, Albertina Walker pasó a tomar su título como reina del góspel y el género se convirtió los característicos coros armoniosos de la música góspel han sido tomados y retomados una y otra vez en distintos géneros. Canciones góspel pasaron a formar parte del Movimiento por los Derechos Civiles, himnarios protestantes,  sus ritmos aún llegan a incorporarse ocasionalmente en canciones modernas, y el género se mantiene vivo en coros alrededor del mundo.

4. Jazz: sonidos de espectáculo

El jazz es una expresión fascinante, muy compleja, y muy diversa que incorpora elementos de los espirituales, el góspel y el blues, pero, que sobre todo, le da un toque y aportaciones únicas al uso de la voz y el piano.  Si se pudiera hablar de la infancia del jazz, tendría que decirse que era un fenómeno criado en Nueva Orleans, a quien no le gustaba la música europea. En la década de 1920 y 1930, la ciudad de Harlem en Nueva York se vuelve un centro impulsor de este nuevo género.13




El jazz tampoco no tiene en cuenta la planificación meticulosa del sonido, sino que le da un gran valor a las técnicas de improvisación en que se demuestra el dominio del instrumento en cuestión.

En cuestión del ánimo, el jazz incorporó nuevos instrumentos musicales que levantaban el ánimo. Louis Armstrong, considerado el mejor trompetista del mundo, es considerado el padre del jazz. Armstrong, que era amigo de Mahalia, también retomó los negros espirituales, pero les dio un plus de complejidad y una tremenda sonrisa.14
conf

Otros exponentes importantes de este género incluyen a Nat King Cole (uno de los mejores pianistas y vocales de jazz),15 a Duke Ellington y Ella Fitzgerald, una virtuosa musical que dominaba una técnica musical conocida como scat singing, que es la improvisación vocal en la que se cantan “pseudopalabras,” o sonidos vocálicos que no conforman palabras.15 

Todos estos exponentes llegaron a prestarse a un mercado más comercial, y mucho más dirigido a un espectáculo de entretenimiento en la ciudad.

3. Blues: sonidos de melancolía
El blues es otro género muy complejo y diverso que se originó a finales del siglo XIX y continuó siendo tocado en en bares, clubes o centros nocturnos, por lo que era mal visto por diversas personas.  Es considerado más melancólico y con toques que muestran un estado de ánimo más desesperado, en parte como reflejo del cambio que muchos afroamericanos estaban experimentando en la transición de la zona rural y agrícola, a las zonas urbanas. A estas canciones se les solía llamar “canciones de melancolía cotidiana.”17

Aunque hay muchos tipos de blues, en general este estilo incorpora más la guitarra, valora también con la improvisación instrumental, e incorpora el uso del bajo eléctrico, la guitarra eléctrica y a menudo harmónica. Con todo esto se fue desarrollando un género llamado blues rock, que es antecedente directo del rock como tal. Entre los nombres destacados se encuentra Charles Brown, Charley Patton y Robert Johnson.

5. Rhythm and blues: sonidos rítmicos y variados
En la década de 1940 se comenzó a poner más atención en una forma musical que parecía mezclar todos los géneros afroamericanos antes discutidos: góspel, blues y jazz. Ray Charles, que sería uno de sus exponentes legendarios, diría:

“El rhythm and blues es la música que los negros llevamos haciendo hace muchos años, pero cuando los blancos la descubren y la interpretan, la llaman rock and roll» 18

Además de lo que ya se ha mencionado, otro elemento característico del R&B es el kit de batería, y al respecto, cabe mencionar que muchos instrumentos se fueron dejando de lado en el pasado, pero los tambores, posteriormente baterías, y otros elementos de percusión, son regalos directos de la herencia Africana para la música moderna. 19
Otros grandes exponentes de este estilo fueron Little Richard y Chuck Berry, quienes también son considerados por muchos como los padres de esta música, y los pioneros directos del rock.



También se encuentran Al Green, James Brown, Bo Diddley, Billy Preston, Sam Cooke, Marvin Gaye, Otis Redding, Mavis Staples, etc.


6. Soul: sonidos del alma
La música soul es una mezcla del góspel y el rhythm and blues, de una manera en la que se trata de equilibrar el aspecto religioso y secular de cada género. Aretha Franklin, quien también incursionó en el gospel, es considerada la reina del soul.



Conclusión
La diversidad de la música afroamericana es tan grande como la de sus mismos intérpretes, en sus propias épocas, y en sus propios contextos.  La posibilidad de crear y realizar expresiones que mueven el pensamiento y conmueven el espíritu, es un dote sublime que demuestran a todas luces la realidad del excepcionalismo humano, y al hablar de voz, ritmo y melodía musical, sin duda hablamos de un excepcionalismo afroamericano.

Es muy interesante entender el trasfondo social que hay detrás de cada una de las expresiones musicales, del puebo afroamericano y ver cómo la melodía y la letra está relacionada en cada momentos con diversas facetas sociales e individuales de los músicos en cuestión.

La transición de una época a otra, de un momento social o la vivencia de un evento, la mezcla, adición o modificación de ciertos aspectos musicales, ha hecho que la música afroamericana sea transformada a lo largo del tiempo. Sin embargo, los maravilloso de todo ello es que ninguno de los estilos musicales tratados en este ensayo se ha quedado en el olvido. Si bien las condiciones sociales e ideológicas han sido cambiantes para los negros mucho más que para otras personas, en medio de todo ello, su música siempre parece haberse preservada en cierta manera, y por medio de diversas reinterpretaciones, muy probablemente porque todo género está tan íntimamente relacionado con el otro.

Hoy en día aún podemos encontrar a grandes exponentes de cada estilo afroamericano. Cada estilo sigue vivo a su manera en diversos círculos, y se ha diversificado en muchos subgéneros en los que se trata de hacer una expresión innovadora manteniendo la esencia de cada uno. Bien puede  decirse que toda esta música es un regalo del pueblo afroamericano para el mundo. Sin exagerar, es justo decir que la historia de la música no sería la misma sin las grandes contribuciones e innovaciones musicales  de la música afroamericana.

Referencias
1.      Pochet, Carlos Araya. 1995. Historia de América en perspectiva latinoamericana. EUNED, p. 43
2.      The Negro Spiritual Inc. Oh Freedom. Spirituals. Acceso: Nov. 2014  http://www.thenegrospiritualworkshop.com/song11.htm
3.      The Negro Spiritual Inc. Nobody knows the trouble I've seen. Spirituals. Acceso: Nov. 2014  http://www.thenegrospiritualworkshop.com/song18.htm
4.      Molefi Kete Asante. 2013. The African American People: A Global History. Routledge, p. 100
5.      Higginson, Thomas Wentworth. 1867. Negro Spirituals. The Atlantic Online. Acceso: Nov. 2014. <http://www.theatlantic.com/past/docs/issues/1867jun/spirit.htm>
6.      West & Glaude. 2003. African American Religious Thought: An Anthology. Westminster John Knox Press. pp. 291-292
7.      The Negro Spiritual Scholarship Foundation. Why “Negro Spiritual”… A Note About Negro Spirituals
8.      The Negro Spiritual Inc. Go Down Moses. Spirituals. Acceso: Nov. 2014  <http://www.thenegrospiritualworkshop.com/song9.htm>
9.      Douglass, Frederick. 1855. My Bondage and My Freedom. Project Gutenberg. Acceso: Nov. 2014
<
http://www.gutenberg.org/ebooks/202?msg=welcome_stranger>
10.   Houston, Lawrence N. 1990. Psychological Principles and the Black Experience. University Press of America, pp. 20-21
11.   Janet Dewart. 1989. State of Black America. Transaction Publishers, p. 138
12.   Goreau, Laurraine. 1975. Just Mahalia, Baby: The Mahalia Jackson Story. Pelican Publishing, p. 191
13.   Reynoldson &Taylor, 1998. The Making of the United Kingdom and Black Peoples of the Americas, Book 2. Heinemann,. p. 139
14.   Sáez, Félix Vázquez. El libro escuela de la canción y del poema: Un tratado para ser autor-poeta, cantautor-cantautora. Editorial Club Universitario, p. 257
15.   Scott Stanton, 2003. The Tombstone Tourist: Musicians. Simon and Schuster,. p. 54
16.   Lawrence McClellan. 2004. The Later Swing Era, 1942 to 1955. Greenwood Publishing Group. 23

17.   Ted Gioia. 2012. Blues: La música del Delta del Mississippi. Turner., p. 28

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